Las instalaciones artísticas son un género de arte tridimensional que surgió en los años sesenta. Este utiliza el mismo medio como parte de su composición. Este estilo artístico ofrece diseños que modifican la percepción del sitio donde se exponga.
Por lo general, las instalaciones artísticas buscan romper las estructuras brindando una experiencia más inmersiva y multisensorial. Asimismo, son instaladas en espacios interiores como museos o galerías para mejorar la relación entre el espectador y el espacio
Es un género de arte contemporáneo que incluye material que permita a los espectadores una experiencia conceptual, lúdica, experimental y con un mayor grado de interacción. Por lo tanto, el espectador pasa a ser parte de la obra.
La instalación artística es un género que surge en el siglo XX. Desde entonces, inició la promoción de la libertad expresiva, donde se incluyen creaciones artísticas que desafían al espectador y crean una experiencia multisensorial.
De esta forma, la calidad, técnica o composición dejaron de ser la principal característica del arte, y comenzaron a centrarse en las ideas que se querían transmitir. Funcionando como una herramienta para la crítica, reflexión, reinterpretaciones y lograr remecer al público.
Damien Hirst es un artista inglés reconocido por sus innovadoras obras. En la Galería Cohen de Nueva York realizó una instalación llamada “Farmacia”, mediante la cual buscaba descubrir los límites de lo que se entiende por arte.
De esta forma, recreó estantes llenos de medicamentos y otros elementos correspondientes a una farmacia. En consecuencia, buscaba realizar una crítica y reflexión sobre la industria farmacéutica.
Este artista estadounidense creó una obra llamada “Una y tres sillas” donde busca comprender igualmente la naturaleza del arte. De esta forma, expuso una silla de manera junto a una fotografía de la silla y la definición de silla.
No obstante, su objetivo era presentar la complejidad del arte y hacer reflexionar a los espectadores con respecto a cómo se entiende e interpreta el mundo.
El artista chileno Marco Evaristti creó una obra titulada Helena y el pescador, la cual presentó en el año 2001 en el Museo de Arte Contemporáneo. Su obra trataba de la instalación de 10 licuadoras con peces de diferentes colores que se encontraban nadando en su interior.
Asimismo, cada una de las licuadoras se encontraban conectadas a la corriente eléctrica y se buscaba que los espectadores las encendieran. A pesar de que nadie lo hizo, fue una obra que generó una gran controversia e incluso manifestaciones por parte de ambientalistas y defensores de los animales.
Este caso, es uno de los tantos que ha logrado cuestionar hasta qué punto llega la libertad artística y cuánto se debe respetar.
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